Despues de desayunar una pizza casera cocinada por la madre de Pinar, fuimos hacia la parte antigua de Estambul, cruzando como siempre el estrecho del Bosforo, que divide la parte asiatica (donde vive Pinar) de la parte europea, donde se encuentran la mayor parte de mezquitas y monumentos. Ademas, el desayuno incluia una deliciosa Pinar!
En primer lugar, visitamos Hagia Sofia, utilizada originalmente durante 1000 agnos como templo cristiano, convertida posteriormente en mezquita por los otomanos.
En el interior de la mezquita-museo encontramos una gran vasija que solia utilizarse para la liturgia del aseo personal previo a los rezos. La mayoria de los gestos se repetian 3 veces cada uno, existiendo 2 secuencias de movimientos, una para los hombres y la otra para las mujeres.
En una esquina de la mezquita se encuentra la columna de los deseos. Se trata de situar el dedo pulgar en el interior de un agujero situado en la pared, haciendo girar la mano en el sentido de las agujas de reloj sin sacar el dedo del agujero. El que consiga ejecutar la vuelta completa, vera cumplido su deseo. Pinar no tuvo ningun problema, pero tanto LLuis como Pinar tuvimos que esforzarnos un poco mas.
Seguidamente fuimos a la mezquita azul, decorada de una manera austera y respetuosa con la arquitectura del edificio. Es obligatorio descalzarse y, en el caso de las mujeres, cubrirse el cabello con un pañuelo. Ya en el interior descubrimos que muchas turistas hacian caso omiso de dicha obligacion.
Lluis, intento sacar su vena artistica, rememorando viejos tiempos en Sarajevo, junto con Fede y Luis. Resultado: un primer plano con uno de los minaretes de la mezquita azul de fondo.
Comimos el tipico kebab con un Ayran (un tipo de yogur muy popular en Turquia) y despues un frappe en un sitio escondido en medio de una calle abarrotada (contradictorio, verdad?). Ademas de esto, buscamos un lugar donde tomar el tradicional bagno turco (que finalmeente no tomariamos). Alli encontramos esta "graciosa" traduccion al castellano de un prospecto informativo.
Seguidamente, ascendimos a la torre Galata, un antiguo punto de vigilancia del cruce de aguas. Hay un restaurante y un mirador en lo alto de la torre, que permite contemplar casi cualquier punto de la ciudad.
Al atardecer nos acercamos al centro de la vida social de Estambul, la zona Taksim. En su plaza principal, grabamos un video-presentacion, corazon del Estanbul moderno.
A continuacion volvimos a casa para cenar y pegarnos una ducha para volver a la zona de Taksim para tomar un agua. La puestas de sol sobre las mezquitas, sencillamente alucinante.
De vuelta en Taksim, el primer local en el que entramos estaba situado en la planta alta de un edificio cualquiera. Musica rara y gente aun mas rara. Aqui podemos obsevar a David dandolo todo en el ascensor del edificio
y al trio calabera posando con nuestra preciosidad turca.
Un Red Bull y a por el siguiente garito: uno en el que una banda con saxo, guitarra, bajo, bateria y organo acompagnaba un karaoke de canciones rock ochenteras (eso creo) tradicionales turcas. Y ya por ultimo, un bar en el que una banda de funky tocaba en directo.
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