Dıa 3 - Atenas. Visita a Elefsinas

Objetıvo del dıa: vısıtar la cıudad y las ruınas de Elefsınas y preparar comıda tıpıca a la famılıa que nos acogıo.

Tras la noche salsera del dıa anterıor, nos levantamos a una hora prudencial tras 5 horitas de sueño y cogimos el bus hacia la ciudad cercana de Elefsinas. En los 10 minutos de trayecto, atravesamos la zona industril y portuaria de Atenas, con paisajes como este...

Una vez en la ciudad, entramos en las ruinas. Hacia mucho calor, pero apenas habia 20 personas en todo el recinto, lo que nos permitio relajarnos y disfrutar de la visita. Todo lo contrario que el dia anterior en la Acropolis, en las que nuestra mayor preocupacion era sortear las hordas de turistas deseosos de sacarse una foto con el partenon lleno de andamios y de gente a su alrededor. En fin, tambien nosotros lo hicimos, tan solo como muestra de que estuvimos alli.

Vista general

Pasado y presente
Foto de grupo

Una tuerca de Bilbao, ahi-va-la-hostia

Acabada la visita de las ruinas y aprendido un poco mas sobre la ruta sagrada que conducia a la Acropoli y los misterios que se asociaban a esta ciudad, nos dirijimos al super para comprar los ingredientes necesarios para hacer una torilla de patata y una paella.

Ya en casa, preparamos la comida. Desafortunadamente, como no teniamos las herramientas necesarias (ademas de nuestra limitadisima experiencia en la cocina, hablo por mi) la paella termino en la basura. De todas formas, pudimos salvar la tortilla de patata. Añadimos al menu un poco de melon con jamon de paletilla importado de casita y una salsa ali oli que hizo las delicias de nuestras anfitrionas.


Tras una charla sobre nuestras ciudades, cojimos las maletas y Maria nos llevo a la estacion central de trenes de Atenas para hacer la reserva de los billetes. Habia dos taquillas contiguas: una de informacion y otra de venta de billetes. Preguntabamos en una y nos mandaban a la otra; preguntabamos en la otra, y nos mandaban a la una. Vamos, un partido de tenis con dos bolas. El tipo no queria vendernos los billetes Atenas-Estambul porque decia que a las 21h se cerraba el sistema informatico, aunque el debiera permanecer en la taquilla hasta las 22h. En toda nuestra distendida conversacion, el tipo no paro de pegar lenguetazos a la lata de cerveza y babosear cigarros. Todo un encanto de persona. Entonces avisamos a Maria para que nos echase una mano a suavizar la situacion y conseguir lo que queriamos, pero el tipo cambio de version ante ella, diciendo que lo que nos habia querido decir era que los billetes se habian agotado a las 21h, 5 minutos despues de que llegaramos nosotros. Que casualidad! Sin billetes y con una mala hostia considerable, fuimos al puerto de Pireos para comprar los billetes de ferry hacia Paros para esa misma noche. Alli nos despedimos de Maria y nos dispusimos a iniciar nuestra segunda etapa del viaje.